Madre querida de la Merced,
te entrego mi vida en este día,
como ofrenda a tu hijo Redentor
por la liberación de los hombres.
Toma mi inteligencia,
mi voluntad,
todo mi ser y quehacer;
todo mi amor.
Rompe las cadenas
de lo que me esclaviza,
libérame del egoísmo y de la mentira;
concédeme la caridad redentora
y un corazón misericordioso
como el tuyo.
Protégeme y cuídame
ya que soy toda tuya.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario